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Foto: Alfonso Manzano/Clasos |
“El espíritu de los dos (es diferente), estamos más libres, con más ganas de explorar en la música, con tranquilidad personal. Lo que sigue igual es la gente, que sigue apoyándonos, comprando los discos y ojalá también los tickets de los conciertos, porque tenemos muchas ganas de ir de gira”, mencionó Mario, quien también agradece la espera de sus fans.
“Gracias por la paciencia, sé que fue mucho tiempo; dos años se dice fácil, pero estuvimos trabajando fuerte para hacer algo que fuera coherente y sólido”, dijo.
Mientras la larga fila avanzaba, Pablo se notaba conmovido por la euforia de las adolescentes que corrían a la mesa de firmas con una sonrisa, “nos han traído pancartas, hay chicas que lloran y nos emociona mucho ver esas reacciones de la gente, hubo fans que estuvieron desde hace 10 o 12 horas esperando, formados a que abrieran. Agradecemos todo ese esfuerzo que la gente hace por nosotros”.
Las seguidoras de Camila amenizaban la espera en la fila que parecía interminable cantando a viva voz los temas del nuevo disco que se repitió durante todo el evento; las más cercanas a pasar gritaban al dueto frases como “hazme un hijo”, “mi mamá dice que eres mi padrastro”, entre otras, pero al estar frente a su ídolo la emoción no les permitía emitir palabra.
“Tenemos tres coristas increíbles que nos acompañan en el escenario; la banda es nueva y hemos estado ensayando. Rehicimos algunos arreglos vocales que le dieron una riqueza mayor, creo que la gente va a escuchar la energía de los discos anteriores en esta ocasión”, dijo Pablo, aprobado por Mario, para quien “la magia y la autenticidad de las canciones sigue intacta porque nacieron de este par”.
Lo que viene
“Varios auditorios en octubre: estamos muy emocionados porque para comenzar está bien bonito. Ayer estuvimos en un evento de radio y sentimos cómo la gente que tiene el disco ya se sabe las canciones. En septiembre comenzamos gira y en otubre vamos al Auditorio. Lo que viene, viene fuerte. Queremos que esta gira sea más larga, que dure tres o tres años y medio”, adelantó Domm.Referencia: Milenio
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